Mercadillo de Primavera

Uno por uno vinieron,
uno tras otro,
a mostrar sus nuevos talentos,
felices de realizar sus sueños.
Ingenio y decoro son sus señas,
música y canciones,
humor y tragedia,
risas y llantos
pintan en cada mirada.

 

El reloj señaló las diez de la mañana y paso a paso el aire se llenó de sonrisas y abrazos, reencuentros de familias y amigos, todos dispuestos a compartir el buen hacer de los jóvenes intérpretes: el tiempo y sus estaciones, profesiones y oficios, gigantes y dioses, la madre naturaleza y sus secretos, Europa y sus países,  tragedia y comedia, Asterix y Obelix, pasiones y arrepentimiento, amor y amistad han llenado el salón.

El dulce sabor de tanto arte fue el complemento anímico de la comida que disfrutamos en diferentes rincones de los jardines del colegio. Cada recodo se llenó de sonido y alegría. Mas las sorpresas no paraban de llegar en este pletórico día. A la hora del postre nació un nuevo miembro de nuestra querida granja: un ternerito, que nos arrebató a todos el corazón, viendo sus intentos de ponerse de pie, sus primeros pasos, el amoroso acogimiento de su mamá.

Ensimismados en este proceso de la vida que se abre camino, llegó la hora de la charla-coloquio. Familias y maestros compartimos cuestiones pedagógicas y prácticas sobre la educación que nos llevaron al siguiente evento en el salón del colegio: varias alumnas de primaria nos esperaban para presentar su primera actuación de ballet. De nuevo el arte volvió a hacerse presente. Tras los pasos del ballet, las pandereteiras nos animaron a cantar y bailar, al son de nuestra lírica, en la que no podían faltar los versos y palabras entonadas de Rosalía de Castro. Un día pletórico, imposible de describir. Detrás mucho trabajo y esfuerzo de cada docente, de cada alumno y alumna, de cada familia, para que este día radiante se hiciera realidad.

¡Enorme agradecimiento y abrazo a todos y todas!

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